Para el siglo XIII y XIV la sociedad europea había llegado al agotamiento de sus estructuras económicas y políticas. En cuanto a lo social, sin embargo, existía un espíritu jubiloso que Le Goff en su libro La civilización del occidente medieval, expresa así: “… todas las clases de la sociedad convierten las fiestas familiares en ceremonias ruinosas […] Los juegos ejercen una seducción particular sobre esta sociedad enajenada. Esclava de la naturaleza, se entrega sin reparo al azar […] Proyecta y sublima sus preocupaciones profesionales en juegos simbólicos y mágicos: los torneos y los deportes militares ponen de manifiesto la esencia de la vida caballeresca, las fiestas folclóricas expresan el ser de las comunidades campesinas [….] Sobre todo la música, el canto y el baile arrastran a todas las clases sociales. Cánticos de iglesia, bailes cultos de los castillos, danzas populares de los campesinos. Así pues por encima de las calamidades, las violencias y los peligros los hombres de la Edad Media hallan el olvido, la seguridad y el abandono en esta música que envuelve su cultura”. Pareciera que es una manera de escapar de una realidad que en lo económico está llenando de preocupación a la población. “Toda la sociedad medieval se representa a sí misma”, es en este sentido un teatro donde se sacrifica todo por la apariencia, por la exhibición. (Le Goff: 1999: p.322). Me pregunto si no estaremos pasando por una etapa similar hoy en día.
¿Cuál es este ambiente de calamidades y violencia que viven hombres y mujeres a finales de la Edad Media y de la cual escapan a través de las fiestas?
Dietrich Schwanitz (2002) nos habla de la crisis iniciada en el año de 1347 en Europa. En este año llega la peste bubónica de Asia y a consecuencia un tercio de la población muere. Esto afecta al ánimo de la sociedad al grado de mostrar tintes apocalípticos, los cuales avivan la paranoia de la población. “Se buscan chivos expiatorios y se los encuentra entre dos grupos de la población: las mujeres y los judíos” (p.84).
Por ejemplo, a muchas mujeres se les tilda de “brujas”. Se dice de ellas que tienen reuniones nocturnas, donde se realizan orgias sexuales, se adora al demonio, se toman pócimas mágicas y drogas y que las mujeres se transforman en animales. Para “salvar sus almas” se les arroja al fuego purificador. La Santa Inquisición tenía mucho trabajo. Estos ataques durarán hasta el siglo XVII.
Otra creencia de la época era que el diablo cuenta con aliados para sus fines de aniquilar a la humanidad, y que algunos de estos colaboradores son los judíos.
“Como instrumentos del diablo que son, se sospecha que los judíos envenenan las fuentes y que de este modo ayudan a propagar la peste […]. El odio hacia ellos se basa en la superstición religiosa […]. Para los cristianos, los judíos son extraños, son unos usureros, matan a los niños, profanan la sagrada forma, envenenan las fuentes, han dado muerte a Dios, y por orden de Satanás, han extendido la peste […] Monjes mendicantes con gran talento incitan a darles muerte, ligando demagógicamente el interés social a la denuncia del usurero y anunciando en sus sermones la lucha apocalíptica de la lucha contra las tinieblas” (Schwanitz: 2000, p. 84).
San Bernardo de Siena y San Juan de Capistrano fueron altas autoridades eclesiásticas que promovieron el exterminio de los judíos (y aún así, fueron canonizados); Schwanitz, no exento de su sentido del humor, señala que el parecido con “Adolf” es una mera casualidad.
La epidemia de la peste que azota a Europa durante esta época es considerada como la causa del rompimiento del equilibrio de las fuerzas que habían dominado durante casi mil años, se avecina, pues, el final de la Edad Media. ¿Cuáles fueron los efectos desencadenantes?
La reducción de la población abarata la tierra lo que hace que escasee el trabajo, los salarios suben y los señores feudales para poder cultivar sus campos se ven obligados a atraer a los campesinos con dinero: la vieja concepción feudal se disuelve: las relaciones de vasallaje son sustituidas por el salario, estamos, pues, entrando ya al capitalismo. Ahora los ejércitos están formados no ya por vasallos y súbditos, sino por soldados asalariados; de igual forma, en lo que concierne al gobierno, se administra ahora a través no de privilegios, sino de funcionarios igualmente remunerados.
Para el año 1500 empieza una nueva etapa que los historiadores han denominado Edad Moderna donde el hombre se replantea el sentido de su vida ya no en lo colectivo sino en lo individual. Un movimiento artístico, literario y de pensamiento humanista recupera el valor de la cultura grecolatina como modelo de inspiración a expresiones que no pueden contenerse más. Surge El Renacimiento, una nueva etapa dentro del desarrollo de la cultura e identidad de Occidente.
Referencias bibliográficas:
Le Goff, Jacques, La civilización del occidente medieval, Paidós, España, 1999
Schwanitz, Dietrich, La Cultura: todo lo que hay que saber, Taurus, España, 2002
Nota: Ambos libros se encuentran en la biblioteca de la Unicaribe.
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